domingo, 17 de marzo de 2013

Sentado en la estación recordó que no tenia como encender su cigarrillo, había salido de casa deprisa y el encendedor estaba en la cómoda del cuarto a una docena de kilómetros de ahí.

Era un día de primavera inusualmente frió, normalmente seguiría dormido.

Ojala no hubiera matado a nadie. -Aun estaría en cama- pensó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario